Reflexión sobre el uso de los
e-portafolios desde mi práctica docente
Desde mi punto de vista, los
e-portafolios se conciben con más regularidad dentro del mundo universitario.
Por experiencia propia, sostengo eso, ya que mi esposo es profesor de unas de
las instituciones con más prestigio en el país, y si no me falla la memoria, en
esa institución se trabaja con la plataforma Blackboard desde hace varios años,
y yo por mi parte solo conocía el “fallido” programa Enciclomedia que era más
que nada un banco de recursos multimedia.
En cuanto a los portafolios físicos,
en los últimos años, se ha intentado un acercamiento más real en su elaboración
y empleo, pero aún no se ha preparado al magisterio para hacer su uso debido.
Creo que algunos lo ven más como una
“carga” que como una herramienta de reflexión y planeación.
Ahora bien, considero conveniente el
uso de los portafolios, porque nos permiten observar detalles importantes que
por cuestión de tiempo o saturación de actividades no los percibimos y de
alguna manera esto incide significativamente en nuestro desempeño docente y en
el rendimiento de nuestros estudiantes en el salón de clases.
En mi caso personal, sé que la
incorporación de los e-portafolios en mi plan de trabajo para el próximo ciclo
escolar podrá ser viable, pues la escuela en que trabajo se encuentra en una
zona de clase media alta, luego entonces, el 100% de mis alumnos cuentan con
computadoras y acceso a internet en sus casas.
Creo que comenzaré con el schoology,
pues es una plataforma muy flexible para el Manejo de información; por
supuesto, que también haré uso del este blog, pero éste último quiero usarlo
más como intercambio de material y experiencias con mis compañeros maestros.
Aun así, trataré de crear una sinergia entre ambos sitios para complementar mi
trabajo como maestra.
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